INVICTUS
En la noche que me cubre,
negra como un abismo de polo a polo,
doy gracias a los Dioses
por mi inconquistable alma.
En las crueles garras de las circunstancias
ni me he acobardado ni he llorado.
Bajo los golpes de la suerte
mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.
Más allá de este lugar de dolor y lágrimas
destaca el horror y las sombras,
pero el reto de los años encuentra,
y me encontrará, sin temor alguno.
No importa lo estrecha que sea la puerta,
ni los castigos que estén dispuestos;
YO SOY DUEÑO DE MI DESTINO
YO SOY CAPITÁN DE MI ALMA
La razón me murmura al oído: "Jamás volverás a estar sano". Pero mi sueño me contesta: "¡LO ESTARÁS!"
ResponderEliminarLa razón me murmura al oído: "Jamás volverás a estar sano". Pero mi sueño me contesta:
ResponderEliminar"¡LO ESTARÁS!"